Consejos para hacer más tolerable un confinamiento que será más largo de lo inicialmente anunciado.
SESMI recomienda saber gestionar la incertidumbre y evitar la certeza de la fatalidad, y recuerda que la calma y la tranquilidad ayudan a nuestro sistema inmunológico.
La Sociedad Española de Medicina de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) recuerda la importancia de seguir las medidas establecidas por las autoridades sanitarias, apelando a la responsabilidad individual y colectiva.
La población está viviendo una situación excepcional por el confinamiento, que ayer el Gobierno español anunció que se alargará dos semanas más (de los 15 días inicialmente establecidos), por ello desde SESMI se dan una serie de consejos -partiendo de elementos comunes ya que cada persona es diferente- que pueden ayudar a que el aislamiento sea lo más saludable posible, y al mismo tiempo se quiere agradecer a la población su esfuerzo y entereza ante esta situación.
Aprender del “dolce far niente” (el dulce hacer nada).
Ante una situación de confinamiento temporal, lo más recomendable es aprovechar para parar, ralentizar el ritmo frenético usual y encontrar el placer en el descanso y en la falta de obligaciones (excepto la de no salir de casa). Para la Dra. Alejandra Menassa, especialista en Medicina Interna y presidenta de la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) “detenerse permite dedicar un tiempo a la reflexión y a cuestionarnos muchas cosas que el día a día habitual no nos permite. También es el momento para hacer todas aquellas cosas que las obligaciones y el trabajo hacían posponer continuamente y de recuperar los placeres que habían quedado en segundo término como la lectura, la escritura, la pintura, conversaciones telefónicas con amigos, entre otros. En confinamiento, la frase “no tengo tiempo” carece de sentido.
Es una buena ocasión, la actual, para recuperar o redescubrir la relación con el otro o con los otros y sentir que se es comunidad. Ser conscientes de la importancia del trabajo del otro y ser agradecido y descubrir que nadie es invulnerable y que actuar colectivamente fortalece.
Huye de la hipocondría
El temor a enfermar -la hipocondría- es el peor de los enemigos y más cuando existe una posibilidad real como en la crisis sanitaria actual. Hay que saber gestionar la incertidumbre y evitar la certeza de la fatalidad, no alimentar el miedo y no infundirlo a quienes nos rodean. En este sentido la Dra. Menassa recuerda que “la calma y la tranquilidad ayudan a nuestro sistema inmunológico”.
La ansiedad genera irritabilidad. La actividad física puede ayudar, no sólo a mantenerse en forma, sino también a reducir la tensión, la angustia y a no comer por ansiedad. Si la situación se desborda y parece que se escapa de control, es recomendable consultar un psicoanalista.
Para pasar el tiempo hay quienes optan por la meditación, otros por montar estanterías y otros por leer. Cada persona es distinta, lo importante, recuerdan desde SESMI es encontrar aquella actividad que ayude a sentirse bien y que encaje mejor con la personalidad de cada uno. Es importante crear una rutina diaria, conservar los hábitos de higiene y cuidar el aspecto físico.
Mantén los lazos
Durante el confinamiento es recomendable evitar el aislamiento. Existen muchas maneras para mantener la comunicación con aquellas personas que nos hacen bien, aunque tenga que ser a distancia. Los deseos de los otros son los que nos sostienen.
Huir de la infoxicación (intoxicación de la información). Escuchar solo a las fuentes oficiales y evitar bulos o fake news. Y, lo más importante, señala la Dra. Menassa presidenta de SESMI es
recordar que la situación de confinamiento y de crisis sanitaria es temporal, nada es eterno y que el virus cumple un ciclo y se va.
