La Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) defiende que la medicina preventiva y los hábitos de vida saludable y el bienestar pueden garantizar un buen estado de salud. Por eso, uno de los principales objetivos de la SESMI es integrar la medicina integrativa en el sistema de salud actual y promover un estilo de vida saludable en las personas (en sus distintas etapas) para preservar la vida y mantener la salud, además de reducir o atenuar el riesgo de discapacidad y el dolor.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es un concepto amplio que se basa en un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente en la ausencia de afecciones o enfermedades. La medicina integrativa, además de ayudar y colaborar en el tratamiento de los procesos patológicos se centra, especialmente en la medicina preventiva. Por ello,
nuestro paciente es proactivo, es decir, es partícipe de su proceso de mejora o curación y hace especial hincapié en sus hábitos de vida saludable y bienestar
explica Isabel Giralt, presidenta de la SESMI.
¿QUÉ SIGNIFICA VIDA SALUDABLE Y BIENESTAR?
Para la SESMI, una vida saludable se centra en el cuidado de la alimentación, ejercicio moderado acorde con la edad y la situación de cada persona, un buen descanso reparador, mantenerse libre de tóxicos ambientales y, en lo posible, farmacológicos no necesarios y tener una vida social equilibrada en una sociedad justa.
La experta en nutrición de la SESMI, Susagna Muns, señala que “alimentarse no es lo mismo que nutrirse”. En este sentido, una persona con bajo peso y una con sobrepeso pueden estar ambas desnutridas. “Lo más importante es obtener los nutrientes necesarios mínimos que nuestro organismo necesita a través de los alimentos”, destaca Muns y añade que
a pesar de que muchas personas piensan que se alimentan bien -a menudo-, encontramos grandes deficiencias nutricionales, sobre todo en los niños.
Es especialmente importante que durante la infancia la alimentación contenga los micronutrientes básicos esenciales. Unos nutrientes que se pueden encontrar de forma saludable en:
- Frutas y hortalizas con gran diversidad de colores (espinacas, zanahorias, manzanas, tomates, aguacate, brócoli, frutos rojos, calabaza…), de temporada, ecológicas o de km0
- Proteínas; en carnes de pasto o ecológicas, las aves ecológicas, los pescados salvajes (dos veces a la semana debería ser pescado azul de pequeño tamaño) y los huevos ecológicos de alta calidad biológica
- Cereales integrales (no en cantidad)
- Lácteos de cabra o de oveja (es preferible evitar los de vaca)
Para una alimentación saludable es recomendable evitar los azúcares, las grasas de mala calidad o trans, los alimentos procesados, refrescos, zumos de fruta (mejor la fruta masticada), dulces y bollería, cereales refinados, fritos y rebozados, productos light y los alimentos precocinados.
Debemos cuidar la microbiota ingiriendo de forma regular los alimentos fermentados. “También es importante leer, atentamente, las etiquetas de los alimentos, vigilando que los que consumimos no lleven aditivos ni colorantes no saludables, azúcares o almidones”, recomienda Susagna Muns.
EJERCICIO MODERADO Y UNDESCANSO REPARADOR
El ejercicio moderado, acorde con la edad y la situación de cada persona, ayuda a mejorar el descanso y disminuye el estrés y la ansiedad. “Por su liberación de neurotransmisores en el sistema nervioso central trata el bienestar mental y previene también la depresión”, explica Isabel Giralt. También el ejercicio físico moderado mejora la osteoporosis, da elasticidad al cuerpo y previene la osteoartritis, la hipertensión arterial, la diabetes y la obesidad. Desde la SESMI proponemos la práctica de la meditación y de ejercicios suaves como el Pilates, la microgimnasia, el Tai Chi, Qi Cong, Yoga o mindfulness.
La OMS recomienda que las personas adultas duerman entre 7 y 9 horas diarias. Sin embargo, el sueño y su calidad es diferente en cada persona y también depende de la etapa de la vida. “Un niño o niña necesitará muchas más horas de sueño, porque mientras duerme se liberan más picos de hormonas del crecimiento que en una persona mayor”, nos señala la presidenta de la SESMI.
El buen descanso permite la recuperación física del organismo y una cierta organización mental. ¿Cómo se consigue una buena calidad de sueño?
- Procurar evitar las siestas de más de 20 minutos
- No cenar demasiado tarde (mínimo dos horas antes) ni demasiada cantidad
- No usar aparatos electrónicos con luz fuerte antes de ir a dormir
- No ingerir cafeínas ni teínas desde mediodía y si hay problemas de insomnio no ingerirlas en todo el día
- Mantener una habitación agradable, bien ventilada, sin ruido, con poca luz y fresca (pero no fría) para dormir
Desde la SESMI recordamos que el exceso inadecuado de medicación puede empeorar la salud y la calidad de vida de las personas. Por ello, debemos procurar no usar antibióticos o antiinflamatorios cuando no sea necesario, no abusar o intentar no usar si no es necesario medicación ansiolítica para situaciones de estrés o ansiedad y no automedicarnos sin indicación profesional.
Isabel Giralt, presidenta de la SESMI, destaca que
puesto que no somos seres aislados, para vivir en bienestar y en salud es primordial una vida social equilibrada en una sociedad justa.
Entendiéndose como una sociedad justa aquella con los servicios básicos cubiertos en todos los niveles económicos : educación, sanidad, vivienda, trabajo digno, con una buena atención a la tercera edad, atención y prevención hacia la violencia machista y hacia cualquier otro tipo de violencia y con una atención adecuada a las personas con diversidad funcional, entre otros.