En el marco del Día Nacional de la Nutrición, la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) recuerda que las enfermedades cardiovasculares –primera causa de muerte, a nivel mundial- están estrechamente ligadas a un estilo de vida poco saludable y que, por tanto, se podrían evitar con una alimentación sana, actividad física y gestión del estrés.
Hipócrates, considerado una de las figuras más importantes de la Medicina, decía “que tu medicina sea tu alimento y que el alimento sea tu medicina” y es que alimentarse no es lo mismo que nutrirse. Según datos de 2019, cada 8 segundos murió una persona por diabetes en el mundo y se estima que, en 2035, haya más de 600 millones de personas con esta patología. Pero el sobrepeso y la obesidad no son solamente un factor importante en enfermedades crónicas como la insulino-resistencia y la diabetes o en un mayor riesgo de padecer el cáncer, sino que se sabe que el 84% de los pacientes fallecidos por COVID-19 en Wuhan eran personas obesas o con sobrepeso.
La nutrición tiene un alto poder de prevención porque a través de los alimentos podemos ingerir sustancias fitoquímicas con propiedades quimiopreventivas que, por ejemplo, pueden retardar, bloquear y suprimir la progresión de las células tumorales
, explica Susagna Muns, naturópata, nutricionista y consejera en Nutrición de la SESMI. Éste sería el caso del aguacate, los arándanos americanos o las granadas.
HÁBITOS ALIMENTARIOS QUE PUEDEN AYUDAR A ENFERMAR
Según Susagna Muns, existen una serie de hábitos alimentarios vinculados con un mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas y cáncer. Sería el caso del exceso de alcohol, cafeína y de los alimentos a la brasa, ahumados, carnes rojas o ricos en grasas saturadas.
Son también perjudiciales para la salud los aceites vegetales refinados como la soja, aceite de palma, girasol, maíz, canola o colza, los hidrogenados o parcialmente hidrogenados -proceso químico mediante el cual los aceites se transforman en grasas sólidas-, la bollería industrial, las galletas, biscotes, aperitivos salados, palomitas, snacks, precocinados y masas preparadas. También se debe evitar el abuso del consumo de ácidos grasos omega 6, las carnes de animales alimentados con piensos o el pescado de piscifactoría y, evidentemente, todo tipo de azúcares.
HÁBITOS QUE CUIDAN DE NUESTRA SALUD
Por otro lado, la nutrición puede ayudar a mantener un buen estado de salud. Según la consejera en Nutrición de la SESMI,
los vegetales y las frutas frescas de temporada, las legumbres, los granos enteros, las carnes magras, los pescados salvajes, los huevos ecológicos y las aves de corral deben formar parte de nuestra dieta
Pero, señala Muns, es necesario acudir a un profesional nutricionista y realizar planes alimentarios totalmente individualizados, así como “educar a los pacientes a tener estilos de vida alimentarios saludables en función de su genética, entorno familiar y social”.